El éxito de DeepSeek refleja las grandes inversiones realizadas por empresas estadounidenses en el desarrollo de inteligencia artificial generativa avanzada. Estas inversiones buscan evitar que las compañías chinas logren ponerse a la par o incluso superarlas, al mismo tiempo que ponen en duda la efectividad de las sanciones occidentales.
Donald Trump calificó este avance como una “señal de advertencia” para Silicon Valley y lo comparó con “un momento Sputnik”, en alusión al impacto que tuvo en los países occidentales cuando la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial en 1957. Esta idea fue respaldada por Marc Andreessen, un influyente inversor en la industria tecnológica.
En este contexto, surge la posibilidad de que Washington considere nuevas regulaciones sobre las empresas tecnológicas chinas. Sin embargo, más allá del impacto geopolítico, Liang Wenfeng confía en que el avance de la inteligencia artificial permitirá una mejor comprensión del funcionamiento de la mente humana. “Bien podríamos decir que el lenguaje está en el corazón de la inteligencia humana y que el pensamiento humano es un proceso esencialmente lingüístico”, afirma. “Lo que consideras como ‘pensamientos’ puede ser en realidad tu cerebro tejiendo lenguaje”, agregó.
DeepSeek: La compañía china desafiante
DeepSeek es una startup china fundada por un grupo de apasionados por la tecnología, conocidos como “nerds”, que se ha posicionado como un fuerte competidor de los gigantes de Silicon Valley. Liang Wenfeng, uno de sus fundadores, está convencido del poder transformador de la inteligencia artificial.
Aunque su reconocimiento internacional es relativamente reciente, la empresa ha generado un gran interés en China. Con sede en Hangzhou, una de las ciudades tecnológicas más importantes del país y apodada el “Silicon Valley chino”, DeepSeek ha logrado un impacto notable en el sector.
Uno de sus desarrollos más destacados es el chatbot R1, que ha sorprendido a los expertos con su eficiencia y bajo costo de desarrollo. Además, China presume de haber encontrado formas de sortear las sanciones estadounidenses que intentan restringir el acceso a los chips esenciales para la evolución de la inteligencia artificial.