El inicio de una nueva escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha desatado una ola de volatilidad en los mercados financieros.
Las recientes amenazas arancelarias del presidente estadounidense, Donald Trump, han afectado no solo a China, sino también a otros socios comerciales clave como México y Canadá. Aunque la imposición de un arancel del 25 % sobre productos mexicanos y canadienses ha sido pospuesta por un mes, la incertidumbre sigue dominando el panorama económico.
Mientras tanto, se espera una conversación telefónica entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, para discutir la crisis comercial. Sin embargo, la Casa Blanca no ha confirmado una fecha para dicha llamada. Peter Navarro, asesor comercial de Trump, expresó su expectativa sobre el diálogo al señalar: “Veamos qué pasa con la llamada de hoy”, aunque la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, admitió no tener detalles sobre cuándo se llevará a cabo.
Nuevas medidas arancelarias y respuesta de China
La tensión se intensificó con la imposición de un nuevo arancel del 10 % por parte de EE.UU. sobre productos chinos, lo que provocó una reacción inmediata de Pekín. En respuesta, China presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio y anunció aranceles del 15 % sobre las importaciones estadounidenses de carbón y gas natural licuado, además de un 10 % sobre el petróleo crudo, maquinaria agrícola y ciertos vehículos.
Pero las represalias de China no se detuvieron ahí. También inició una investigación contra Google y el grupo propietario de las marcas Tommy Hilfiger y Calvin Klein, además de endurecer los controles de exportación sobre metales y productos químicos esenciales para la fabricación de equipos industriales.
China sigue siendo un actor fundamental en el mercado energético estadounidense, con importaciones que superaron los 7 mil millones de dólares el año pasado. No obstante, la relación comercial entre ambas potencias se encuentra en un punto crítico, y el futuro de las negociaciones sigue siendo incierto. Con las dos economías más grandes del mundo en conflicto, los mercados financieros permanecen en vilo, a la espera de señales sobre el desenlace de esta nueva fase de la guerra comercial.
