Los precios del petróleo sufrieron una fuerte caída el viernes 4 de abril, impulsados por el temor creciente a una recesión económica global debido a la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El crudo Brent del Mar del Norte perdió un 6.50%, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) retrocedió un 7.41%, tocando así sus niveles más bajos desde 2021, informó AFP.
El crudo Brent para entrega en junio cerró la jornada en 65.58 dólares por barril, mientras que el WTI para entrega en mayo terminó en 61.99 dólares por barril.
La incertidumbre económica generada por las tensiones comerciales entre Washington y Pekín se intensificó luego de que China anunciara la imposición de un arancel adicional del 34% sobre productos estadounidenses a partir del 10 de abril, en respuesta a las recientes medidas arancelarias de Estados Unidos.
A esto se suma la preocupación generada por el anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), quienes aumentarán la producción petrolera en 411 mil barriles diarios desde mayo de 2025. Esta decisión podría provocar un exceso de oferta en el mercado, presionando aún más los precios a la baja.
Rob Thummel, analista de Tortoise Capital, señaló que estas tensiones comerciales y el incremento previsto en la producción afectan negativamente las perspectivas de crecimiento económico global, lo que reduce la demanda de petróleo y ejerce presión sobre los precios.
Lunes negro para el mercado petrolero
La situación se agravó el lunes 7 de abril, con el precio del crudo WTI cayendo hasta los 59.78 dólares por barril, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2021. Este desplome refleja las preocupaciones sobre una posible recesión mundial y la desaceleración en la demanda energética.
Durante la madrugada del domingo al lunes, los futuros del WTI descendieron más del 3%, sumando dos semanas consecutivas de retrocesos que acumulan pérdidas cercanas al 6%.
Esta fuerte caída en los precios ocurre en medio de las crecientes tensiones comerciales internacionales, exacerbadas por los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump, afectando especialmente a China y la Unión Europea.
