Moscú (EFE).- Rusia e Irán firmarán este viernes en el Kremlin un Acuerdo de Asociación Estratégica Integral, que incluirá colaboración en defensa, apenas tres días antes de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú otorga “gran importancia” a este acuerdo, que coincide con la primera visita oficial del líder iraní, Masud Pezeshkian. Este y el presidente ruso, Vladímir Putin, han mantenido reuniones previas en los últimos meses, siendo la más reciente en octubre pasado durante la cumbre de los BRICS en Kazán, donde discutieron los detalles del documento.
En el contexto de la guerra en Ucrania, las relaciones entre Rusia e Irán han ganado fuerza. Occidente acusa a Teherán de suministrar drones y misiles a Moscú, consolidando su apoyo a la postura rusa.
¿Un acuerdo con implicaciones militares?
La posibilidad de que el pacto incluya una cláusula de asistencia mutua en caso de agresión exterior, similar al acuerdo firmado entre Rusia y Corea del Norte, ha generado especulaciones. Sin embargo, ambos países aseguran que el acuerdo no tiene un objetivo hostil.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, destacó que el pacto busca “reforzar la capacidad de defensa de Rusia e Irán en diversas regiones” y tiene un enfoque constructivo. Su homólogo iraní, Abás Araqchí, añadió que el acuerdo representa un refuerzo de la seguridad mutua, sin amenazar a terceros países.
Araqchí subrayó que ambos países han acumulado una valiosa experiencia en la lucha contra el terrorismo y el extremismo, y que su cooperación busca fortalecer la estabilidad regional y global, contribuyendo a la paz mundial.
Respuesta ante las sanciones
El acuerdo se firmará poco antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, quien ha manifestado una postura crítica hacia Teherán. Peskov restó importancia a las interpretaciones sobre el momento elegido para la firma, calificándolas de “mera coincidencia”.
Por su parte, Pezeshkian negó rumores sobre supuestos intentos de Irán de atentar contra Trump durante la campaña electoral y subrayó que el acuerdo es una “hoja de ruta para el futuro”.
El pacto también busca fomentar la cooperación energética y contrarrestar las sanciones internacionales. En noviembre pasado, ambos países conectaron sus sistemas bancarios para facilitar transacciones y comercio bilateral, un paso clave en su estrategia frente a las restricciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Araqchí concluyó que el documento es “más que un acuerdo”, describiéndolo como un avance hacia un orden mundial más justo, basado en la cooperación en lugar de la hegemonía.
Fuente: EFE
