Ucrania utilizó por primera vez misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos, para atacar objetivos en territorio ruso desde el inicio del conflicto. Estos misiles, autorizados recientemente por el gobierno de Joe Biden para su uso fuera de territorio ucraniano, marcaron un cambio en las restricciones previas, que solo permitían su empleo contra posiciones rusas dentro de Ucrania.
Según informes oficiales, cinco misiles fueron interceptados y otro resultó dañado, con fragmentos que causaron un incendio en una instalación militar de la región. El comunicado añadió que no se registraron víctimas ni daños significativos. Funcionarios estadounidenses confirmaron a la cadena CBS que estos ataques emplearon misiles ATACMS proporcionados por su país.