Ante el incremento de delitos cometidos a través de taxis piratas en 2024, las autoridades establecieron una mesa técnica para abordar el problema. En esta participan la Policía Nacional Civil, enfocada en la prevención del delito; el Ministerio Público, encargado de la investigación; y las municipalidades, responsables de la regulación de este tipo de transporte.
Según las estadísticas del Ministerio Público, la incidencia de estos crímenes ha disminuido entre 2024 y los primeros meses de 2025. En el año pasado, se reportaron 115 denuncias, mientras que en enero de este año solo se registró una. Como parte de las acciones implementadas, se realizaron operativos que resultaron en la captura de 14 personas vinculadas a los taxis piratas, siete de ellas detenidas por orden judicial y otras siete en flagrancia. Los detenidos enfrentan cargos por plagio o secuestro, agresión sexual y robo agravado.
Así operan los delincuentes
Las investigaciones del Ministerio Público, basadas en los testimonios de las víctimas, han permitido reconstruir el modus operandi de estos delincuentes. La mayoría de los casos han ocurrido en taxis piratas que operan en las zonas 1, 9, 10 y 11 de la capital.
“La víctima se suben al taxi pirata luego de una jornada de trabajo. Dos personas que se encuentran en el interior simulan ser pasajeros, y en el transcurso del camino se convierten en victimarios”, describe uno de los testimonios recopilados.
Una vez en el vehículo, el conductor y los supuestos pasajeros someten a la víctima, le exigen sus pertenencias y la retienen contra su voluntad, lo que configura un secuestro.
“Hay una diferenciación con el secuestro exprés, como le conocemos comúnmente. En los casos de los taxis, se convierte en secuestro exprés cuando la víctima sube al taxi por su voluntad, y todas las cuestiones de solicitar un transporte, pero posteriormente. En el trayecto, le empiezan a decir que necesitan dinero, las cuentas bancarias, transferencias, y se convierte en secuestro, cuando le indican a la persona que se irá con ellos a sacar dinero, a hacer transferencias o si le dicen que no se irá hasta que transfiera cierta cantidad, con esa retención se convierte en secuestro, porque no importa el tiempo de privación, hay una retención de la libertad y una exigencia de dinero”, explicó Fredy Santos, de la Fiscalía contra el delito de Secuestro.
Las víctimas han relatado que, además de ser despojadas del dinero en efectivo que llevaban, los delincuentes las obligaban a realizar transferencias bancarias de entre Q2,000 y Q3,000 a cuentas que no dejan rastros de los destinatarios. Hasta que se completaba el pago, no eran liberadas. También les robaban dispositivos electrónicos, como celulares y computadoras, así como otros objetos de valor.
En algunos casos, las víctimas sufrieron agresiones sexuales, ya que los delincuentes realizaron tocamientos indebidos. Aunque no ocurrió en todas las situaciones, hubo testimonios de personas que aseguraron haber perdido el conocimiento durante el trayecto.
“Se dio una temática, no fue frecuente, pero si se dio, en el que perdían el conocimiento algunas víctimas, porque recibieron algún tipo de dulce o alimento que contenían estupefaciente y por ello perdían el conocimiento”, agregó Santos.
Medidas de prevención
Las autoridades han intensificado los operativos para continuar reduciendo estos delitos. No obstante, el fiscal Santos advirtió que existen denuncias falsas relacionadas con este tipo de secuestros.
“Hay denuncias que son espurias, que no son por temática de taxi, pero colocan una denuncia con el afán de justificar una inasistencia a una labor o al trabajo o en algún momento que pusieron una denuncia como requisito para solicitar asilo”, explicó, e instó a la población a evitar este tipo de falsos reportes.
Además, emitió una serie de recomendaciones para prevenir estos delitos al utilizar taxis, ya sean de aplicación o informales:
- Verificar que el vehículo corresponda al registrado en la plataforma.
- No aceptar alimentos ni bebidas durante el trayecto.
- Compartir la ubicación en tiempo real con familiares o amigos.
- Registrar y compartir las placas del vehículo antes de abordar.
- Si se trata de un taxi pirata, viajar acompañado y asegurarse de quiénes están dentro del vehículo.
“Primero, que se verifique que sea el vehículo de la plataforma, no aceptar comida o bebidas, mandar ubicación en tiempo real, compartir las placas del vehículo y si es un taxi pirata, ir acompañado o verificar quienes son las personas que van en el vehículo”, concluyó Santos.
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